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Viajando hacia las profundidades de la Agilidad Organizacional




Cada vez más las organizaciones han ido entendiendo, bien sea por una decisión estratégica o sacudidas por una disrupción que las amenaza desde sus cimientos, que sólo volviéndose ágiles en su manera de agregar valor a sus clientes y demás stakeholders, tendrán la oportunidad, no sólo de sobrevivir, sino de VIVIR, crecer y entregar a la sociedad aquello que sus talentos unidos pueden co-crear.


Por ello, la agilidad o el agilismo ha comenzado a sonar y a aparecer cada vez más de cerca como una posibilidad para lograr esta transformación.


Algunos creen que el movimiento hacia la Agilidad Organizacional es una ”moda gerencial” más, como otras que hemos vivido en las últimas décadas tales como la re-ingeniería, y que movilizaron a las organizaciones y consultores externos en poner gran parte de su foco y energía en implantar tales prácticas que luego fueron quedando en el olvido…Estoy convencida de que, en este caso es muy diferente.


La Agilidad Organizacional llegó para quedarse; así como los avances tecnológicos traen cambios irreversibles en las prácticas humanas y en la sociedad, el entorno VICA trae también cambios irreversibles en las prácticas organizacionales, que se están haciendo parte del nuevo ADN de las organizaciones.


Según Joseph Flahiff, consultor experto en Agilidad Organizacional, creador del modelo 4AA, una organización requiere enfocarse y actuar en cuatro elementos en su camino de transformación hacia la agilidad.


Si bien él las coloca en una matriz de diamante, conviene representarlos en un iceberg para entender su nivel de visibilidad y profundidad.


LAS PRÁCTICAS TÉCNICAS


Son las herramientas prácticas usadas por los equipos y los líderes ágiles. Han evolucionado notablemente desde el 2001 a partir del Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Software, cuyos principios luego se extendieron al desarrollo de productos en otros sectores. Entre estas prácticas se encuentran el SCRUM, Design Thinking, Lean Management, Kanban, etc. Estas prácticas técnicas son las más visibles, están muy bien estructuradas y documentadas, y por ello las organizaciones en vías de transformación hacia la agilidad tienen la tentación de implantarlas y creer, erróneamente, que su uso por sí mismas las transformará en ágiles de manera sustentable.


LOS SISTEMAS DE NEGOCIO


Son aquellos sistemas vinculados a todos los procesos humanos y digitales, y a las estructuras que apalancan la agilidad, generando espacios de colaboración, empoderando a los líderes y a los equipos, estimulando constantemente la agregación de valor conjunta al cliente. Estos sistemas abarcan procesos y están imbuidos en estructuras, que son también más fácilmente visibles, que suelen estar documentados y están abiertamente expresados y vinculados como facilitadores de las estrategias de negocio.



LA CULTURA


Bastante debajo de la línea de flotación del iceberg, está la cultura organizacional, ese conjunto intrincado de valores, conductas y mensajes que permea todo el quehacer de la organización y que habilita (u obstaculiza) la transformación hacia la agilidad; ésta alberga la mentalidad o mindset de la agilidad, centrada en la agregación de valor al cliente, la creación de espacios de seguridad psicológica para la innovación, el aprendizaje contínuo y el manejo del error como fuente de dicho aprendizaje. La cultura no se ve tan fácilmente, es como el agua de una pecera, los peces nadan en ella, tiene temperatura, Ph, corrientes, nutrientes, pero no la ven.



EL LIDERAZGO


Las conductas, mentalidad, valores y mensajes de los líderes están en lo más profundo de los elementos implicados en una transformación a la agilidad organizacional. Según la experta en cultura Caroline Taylor de Gartner, “La cultura cambia cuando los mensajes cambian de modo consistente y sostenido en el tiempo” ¡y los líderes son los principales generadores y modeladores de los que alimentan la cultura!. El desafío más profundo es lograr un cambio en la mentalidad de los líderes de manera de que puedan ser, desde todas las aristas de su rol, facilitadores de los cambios culturales requeridos, creadores de espacios para el florecimiento de la mentalidad y la ejecución ágiles, esto implica un cambio de adentro hacia afuera que sólo se logra con un entendimiento y compromiso profundos de su rol en los desafíos de la agilidad organizacional.



TENTACIONES Y DESAFÍOS


Enfocarse sólo en la implantación de las prácticas técnicas de la agilidad o en los sistemas y procesos puede ser una gran tentación, engañosa por demás, que nos lleva a creer que hemos dado el salto hacia la Agilidad Organizacional. Estos aspectos más visibles y más hard, son, hasta cierto punto, más fáciles de abordar, pero si no se trabaja en el liderazgo y la cultura, los aspectos soft, el verdadero cambio transformador no tendrá lugar, será, en gran medida cosmético, y no sustentable en el tiempo.


No temamos sumergirnos debajo del agua y descubrir todo el potencial transformador y determinante del liderazgo y de la cultura ¡no arriesguemos el logro de algo tan importante para el éxito de la organización en el Siglo XXI!


Todo cambio profundo se da de adentro hacia afuera, del SER hacia el HACER. Si eres líder , disfruta el desafío que estos momentos históricos ha puesto en tus manos: el de contribuir -desde tu rol- a que tu organización dé el necesario salto hacia maneras ágiles, humanas, innovadoras y colaborativas de agregar valor a los clientes y a la sociedad.


Si eres líder, te invitamos iniciar o profundizar tu viaje de transformación del SER antes que el del HACER, primero conocer , abrazar y experimentar el cambio de mentalidad en tí, abordar los desafíos de esta transformación en tu manera de mirarte a tí mismo y de mirar el liderazgo, la organización, los equipos, la agregación de valor al cliente y a los stakeholders. ¡Adelante!


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